¿Sabías que de los 3 a los 8 años la absorción de radiación es dos veces más profunda que en un adulto?. Los cerebros de los niños absorben más radiación porque tienen una corteza cerebral más fina y una mayor proporción de agua y un cráneo más delgado.
Hace poco tiempo os escribimos un post sobre el uso de la tecnología en la etapa infantil ,os dábamos nuestro punto de vista como profesionales educadores sobre lo que es mejor para el desarrollo cerebral desde el punto de vista del desarrollo cognitivo, pero no abordamos el tema desde otros puntos de vista como es el efecto que tienen las ondas electromagnéticas en sus cerebros. Hoy profundizamos un poco más sobre este tema en concreto.

Vivimos rodeados de dispositivos pensados para facilitarnos la vida, como el microondas, que nos ahorra tiempo, los vigilabebés, como su nombre indica, controlan al bebé mientras duerme y los padres pueden verlo desde otra partes de la casa. A esto le añadimos otros muchos que tenemos como el Wifi, los teléfonos inalámbricos fijos, los amplificadores de señal de wifi, las cocinas de inducción, las luces y un todavía etc…ya casi todos nuestros dispositivos funcionan por medios inalámbricos. Tenemos muy poco conocimiento de los efectos que producen estas ondas y el problema es que los niveles están en continuo crecimiento y está en todas partes.

En los últimos años se ha acrecentado el interés por los efectos biológicos y posibles consecuencias para la salud de los campos eléctricos y magnéticos. Se han presentado estudios sobre los campos magnéticos y el cáncer, sobre la reproducción y sobre las reacciones neurológicas y de comportamiento
En el caso de los niños es un hecho que son biológicamente más sensibles a la radiación no ionizante y a los agentes químicos que los adultos. En los niños hay una inmadurez en el desarrollo de tejidos del cerebro y el sistema nervioso. Los campos influyen como fuerzas en los enlaces moleculares de nuestras células. Sus células crecen a un ritmo más rápido La penetración de la radiación en un cerebro de niño es mucho mayor que en el de un adulto. Por otro lado, al vivir más años se tiene más tiempo para expresar los efectos de la radiación en el largo plazo. Por todos estos motivos los umbrales de exposición en embarazadas, bebés y niños principalmente deben ser muy bajos. Las evidencias científicas todavía no son claras a este respecto, por lo que recomendamos ser todo lo precavidos posible a este respecto y evitar la exposición electromagnética a los niños y bebés en los entornos donde pasen más tiempo
Algunos estudios hablan sobre los posibles efectos de la exposición a radiación no ionizante, pudiendo provocar desorden de tipo nervioso, debilitamiento de la memoria, perdida de la atención, reducción de la capacidad cognitiva alteración del sueño, Irritación, riesgo de padecer epilepsia..entre muchas otras cosas

La OMS/IARC (2011) clasifica los Campos Electromagnéticos de radiofrecuencia en como “posiblemente cancerígenos” en los humanos, grupo 2B”. Existen numerosos estudios científicos (Bioiniciative, Reflex, NTP, Intherphone…) en base a los cuales el Parlamento Europeo considera que hay suficiente evidencia científica como para aplicar el principio de precaución.
Se recomienda reducir la exposición a la radiación electromagnética” apostando por “medidas para reducir la exposición” (“maximizar la distancia de las fuentes de radiación” y “reducir la duración total y la frecuencia de uso” de las diferentes fuentes de exposición inalámbrica). “El uso debe ser inversamente proporcional a la edad de los niños”, evitando el uso de móviles “en menores de 14 años”, dando “preferencia a los dispositivos y conexiones cableados” y desactivando “el Wifi, el Bluetooth y los datos móviles cuando no se usen, especialmente cuando los niños están cerca” y, en general, “no exponer a embarazadas y niños nubes electrónicas” creada por la radiación emitida por móviles, monitores infantiles y otros dispositivos inalámbricos similares así como por las conexiones de dispositivos inalámbricos (PC, tabletas, iPads) a través de Wifi o de transmisión de datos de las redes de telefonía móvil.
Nuestra recomendación al respecto es evitar todo lo posible la exposición en el hogar, apagar el wifi por la noche, no tener cerca teléfonos fijos inalámbricos, no usar el móvil como despertador, prescindir totalmente de los vigila bebés. La radicación no se ve pero eso no significa que no nos afecte.
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