Consejos Montessori, sobre la ropa adecuada que deben llevar tus hijos para favorecer que se puedan mover con libertad
¿Nos planteamos qué tipo de ropa le vamos a poner a nuestros hijos? ¿En qué nos basamos? ¿Siempre se han usado los mismos criterios para elegir esta ropa? ¿Influye la ropa en el desarrollo infantil?
A lo largo de la historia la ropa infantil casi siempre ha sido una reproducción a pequeña escala de la adulta, y es en los últimos siglos, a partir de las corrientes pedagógicas de la ilustración, cuando se empiezan a tener más en cuenta las necesidades específicas de la infancia. “Mientras no hayamos esclavizado a nuestros prejuicios al niño, estar a sus anchas y libre será siempre su primer deseo; el vestido más sencillo, el más cómodo, el que menos lo ata será siempre el más precioso para él” escribía Rousseau ya en 1762.
Antes de esto surgieron algunas modas curiosas en las clases más acomodadas, como la de vestir tanto a niñas como a niños con ropa femenina (imágenes 1 y 2), en los siglos XVI y XVII, y otras peligrosas, como poner corsé a niñas y a mujeres embarazadas en la época victoriana.

El color blanco siempre ha sido muy utilizado, por ser más económico y mostrar con claridad la correcta higiene del bebé. El uso de faldón, aunque menos extendido que hace un siglo, sigue presente en muchas familias por tradición y porque facilita el cambio de pañal en los primeros meses de vida del bebé.
Hoy en día las prioridades de la pedagogía Montessori y de la mayoría de corrientes pedagógicas se centran en facilitar el desarrollo motor y la autonomía de bebés, niños y niñas

Cuando empiezan a interesarse por ponerse y quitarse la ropa conviene elegir prendas que les faciliten vestirse sin ayuda, como zapatos con velcro o cordones sin nudo, pantalones elásticos con cortes funcionales, camiseta con apertura lateral que facilite el paso de la cabeza, chaquetas con cremalleras grandes, fáciles de manipular… Existen incluso calcetines y botas con asas para que se los puedan poner más fácilmente.
Elegir tejidos naturales (algodón, lino…)
Consumo consciente: reutilizar prendas, no comprar muchas más de las necesarias…
Tengamos en cuenta que hay muchas actividades infantiles, positivas para su desarrollo, en las que es altamente probable que se manchen. En los mensajes sobre limpieza que los adultos les transmitimos, debemos buscar un delicado equilibrio entre permitirles disfrutar de su actividad aunque se manchen, y que poco a poco vayan aprendiendo a ir con cuidado.

- Ropa con imágenes de fantasía o violencia (Montessori educa para la paz).
- Pantalones con cinturones, cremalleras o botones que puedan entorpecer el movimiento.
- Materiales de poliéster.
- Cortes de ropa que resulten incómodos para el movimiento, como mangas largas demasiado anchas o con elásticos que aprieten los brazos.
- Tejidos rígidos o sin elasticidad.
- Sombreros y capuchas que reduzcan mucho el ángulo de visión.
- Joyas, accesorios y ropa con apliques que puedan resultar peligrosos (pasamanería, lentejuelas, etc.)
- Etiquetas molestas.
- Los vestidos pueden interferir con acciones esenciales para el desarrollo como rodar, sentarse, gatear y trepar.
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